en el cálido atardecer de las dudas.
Entre niebla el viaje sin poder ver el paisaje.
me hundo en el sueño de sin final de vivirme.
y canta, vaya si canta,
y canta desafiando esquemas;
y canta, que las notas queman
del canto perverso de cada verso.
"Te doy mi voz", me dijo un pájaro,
y a prendí a volar.
La voz del viento produce aludes y tempestades.
"Te doy mi voz", me dijo un árbol,
y aprendí a esperar.
La voz del viento produce sueños y despertares
en un corazón sin freno.
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