me será arrebatado.
Creía que haciéndolo bien
sería respetado.
Hay tanto egoísmo
rompiendo el mundo en pedazos,
que tengo que protegerte
de los trozos proyectados.
Ya no te miro a los ojos,
bajan aguas turbulentas
que arrastran mi mirada
bajo águilas de acero.
oscureciendo el cielo,
vuelan águilas de acero.