Música y poesía.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Sacude mi cuerpo

Sacude mi cuerpo, descarga el deseo,
después te busco sin fuerzas para abarcar el mar.

Sacude mi angosta concha que quiebra al fin tu piel caliente,
humeante vaho deshecho detrás de mis ojos fieros.

Sacude el aire hirviente que en hornos de amor se cuece,
y en pesadillas sumerge bajo las holas batientes.

Tu lengua de sed ardiente bajo las olas batientes.


viernes, 9 de septiembre de 2016

Mi guitarra

Estrellé mi guitarra contra el acantilado
eso es lo que les pasa a las aves de fuego.
Sus destellos pegados a las rocas
alimenta a los peces, a las gaviotas
que vuelan como pájaros de arena que son
amortajando a las nubes con su hueco canto.
Sólo el aire vibrando en tu boca
llena los poros vacíos.

La tarde aguarda la noche como mi corazón tu boca,
en el destino oculto de un beso que no llega.
Por eso estrellé mi guitarra, para no escuchar nunca jamás
su anhelante canto fresco que no acaba.



sábado, 3 de septiembre de 2016

Al aire

Los ríos que se vierten en tus ojos
cuando la espada de fuego traspasa mi pecho
arrastra el rumor de los pasos
que furtivamente se hunden en la tierra.

Limpia tu cara de carmín
para abrir los poros ocultos de tu piel
por donde respiran las flores
de sol y tormento, de luna y llanto.

Que pena de inmensa gloria
destilan tus ojos cegados por la aurora.
perdido en la noche que no acaba
buscando sin cesar nocturna presa.

Al puerto donde llegan mis manos
como grises bandadas de palomas enfermas,
se posan mis tiernas angustias
en el alfeizar de tu ventana.

Al aire, al aire de incienso braman
las oscuras golondrinas del alba.





viernes, 2 de septiembre de 2016

Paloma de alas grandes

Paloma de alas grandes bajo tus alas vuelo,
perdido y sin valor me dejo llevar por ti.
Protegido del viento perezoso
que en su barca me persigue.

Mientras rumian las tercas ranas
mi pasión sin controlar.

Cortará la mañana el yugo de oscuridad,
blanca simiente que brota de tus labios sin besar
bajo tus alas vuelo.

Fuera de mi las ardientes rejas rotas
me persiguen con anhelo, sin piedad.
Preludio de sol ardiente
la noche me perseguirá.

Cortará la mañana el yugo de oscuridad,
blanca simiente que brota de tus labios sin besar
bajo tus alas vuelo.