Cada vez que se oscurecen
tus ojos de canela
pierde brillo el sol,
la luna se desvela.
Queda lejos la mañana
cuando conmigo no estás,
y si la muerte me alcanza
con ella no he de luchar.
Como me duele el amor,
como me duele.
Si el viento no me trae
las palabra de tu boca,
que se pare hasta que sea
sólo parte de tu voz.
El sentido de la vida
es tenerte junto a mi,
mis labios en los tuyos
sellando su fin.
Como me duele el amor,
como me duele.
Mi destino
está escrito en tu piel,
cada hueco
que tengo que recorrer.
Y mis sueños
que por ti renunciaré,
sólo espuma en tu mar.
Empecé,
empecé a llenar
cada hora
con publicidad
y me vendo
al mejor postor,
y me vendo
al mejor postor
cae el cielo en mi cabeza
se derrumba el suelo bajo mis pies,
con el resplandor cegando,
con la oscuridad alrededor de mi,
persiguiéndote en mi habitación.
Empecé a romper espejos
en los que siempre me ves,
y me viste como nunca,
nunca me creíste ver,
nunca me creíste ver.
Con la carne bajo piel,
en el corazón la piel,
la cabeza dando vueltas
y entre piernas persiguiéndote a ti
persiguiéndote en mi habitación.
Empezó,
empezó a llover,
y a mojar
cada sensación,
humedad
donde nadar,
humedad
donde nadar,
sobre mi cabeza el suelo,
el cielo bajo mis pies,
con el resplandor por dentro
y entre piernas persiguiéndote a ti,
persiguiéndote en mi habitación.