Púlsar (Rous)

Están los niños cantando
alrededor de la hoguera;
descendiendo sobre ella
la luz de las naves.

ascendiendo de ellas
el rostro deformado del dolor;
la liberación del hombre,
del hombre que sueña.

Te basta con verme
y aplauda tus planes;
los pasos que oigo
no son tuyos.
Pero si son para mí
las instrucciones
que llevas gravadas
en los pliegues de tu piel.

Un nombre, unos pasos:
Es todo lo que tengo de tí.

Saltan las alarmas en e desierto,
se convierten el latidos.
Escapan salamandras asustadas,
se acercan curiosos
los alacranes.

El opio de los días me lleva a Itaca,
el reloj perdió las horas.
Se convierte en un disco en blanco,
donde escribo mi nombre,
donde escribo mi edad.

Lavaré mis ojos
con paños húmedos;
rociaré con miel
mi garganta rota;
pero sigue ardiendo
mientras continúan
las obras pendientes
a contrareloj.

Un nombre, unos pasos:
Es todo lo que tengo de tí

Voces y cantos (Rous)

Están los pájaros en mi corazón cantando bajo la lluvia;
en el cálido atardecer de las dudas.

Entre niebla el viaje sin poder ver el paisaje.
me hundo en el sueño de sin final de vivirme.

y canta, vaya si canta,
y canta desafiando esquemas;
y canta, que las notas queman
del canto perverso de cada verso.

"Te doy mi voz", me dijo un pájaro,
y a prendí a volar.
La voz del viento produce aludes y tempestades.

"Te doy mi voz", me dijo un árbol,
y aprendí a esperar.
La voz del viento produce sueños y despertares
en un corazón sin freno.

La flor del esfuerzo (Rous)

Sólo es ventura y dicha la flor del esfuerzo,
que forman mis lágrimas ríos de barro.

La tierra no está hecha para albergar el cielo,
ángeles caídos en el infierno.

Me arrastra el viento si no te abrazo,
me cubre la nieve esperando, esperando.

¿Quien construyó y dispuso las torres de piedra
y encerró en lo alto el amor perdido?.

Tuve que dejarlo, mi corazón en la arena,
para escalar los montes del horizonte helado.

No encuentro el camino de vuelta a casa,
me cubre la nieve; perdido, perdido.

No llueve, y la tierra no abraza semillas,
que sueñan despiertas o mueren dormidas.

Invaden las selvas ciudades oscuras,
vuelven los ríos a su cauce primitivo.

porque no se separa el tiempo del olvido,
nunca se acaba el amor que mendigo.