Música y poesía.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Esperanza (Rous)

Estoy preparado para volar más allá de las ilusiones,
a convertirme en cada cosa que veo
sin el peso del cuerpo lastrando mis alas;

sólo así huiremos del infierno, siendo uno tú y yo,
en el nido hecho con nuestras manos
lejos del fuego que se extiende;

no me hace falte valor cuando la luz de las estrellas brilla en mis ojos,
cuando el ritmo de las olas bombea mi pecho descubierto;

y cuando todo acabe
volveremos de la mano al lugar de donde venimos.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Esa luz (Rous)

Esa luz, que de repente se cuela entre los párpados,
e ilumina los ojos con la flor de la mañana;

Esa flor, que de la noche crece y arraiga en la brisa
que la caricia envuelve con su manto,  su manto de risa;

esa risa, que las hojas mueve, del árbol que avisa de la sombra perenne,
que su tronco incrusta en la tierra inerte;

esa tierra, bajo los pies,  pies de barro del hombre que persigue
la luna que huye por el horizonte;

esa luna, que se fue al estallar la mañana,
clavándose esquirlas en ojos de escarcha;

esos ojos, que se iluminan con la flor de la mañana,
que se cuela entre párpados, naciendo la luz del alba.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Señales en el cielo (Rous)

Mañana al fin todo terminará,
señales en el cielo, los búhos aullan;

estoy  tranquilo, siempre he sido así,
el roce con el túnel me convirtió en lombriz;

terminó todo al fin, hay dos lunas en el cielo;

camino solo aquí, ni rastro queda de ti

viernes, 7 de septiembre de 2012

Los 4 jinetes (Rous)

Desapercibido un ruido extraño,
son los engranajes del amor;
suena por detrás de mi cabeza,
me ve sin caretas, sin mi piel;

caen hojas secas en la arena,
se las lleva el mar y volverán,
como un sueño o un triste recuerdo
que se hincha, explota y ya no está;

se que volverán,
nunca se han secado los ríos de sangre que acompañan a mi voz;
y retornarán  en corceles blancos los 4 jinetes de la muerte y del amor;

una cosa sé
que no está escrita en ninguna piedra, libro, o poema que leí,
nunca escucharé esa melodía en ninguna oda, sinfonía o canción.