Música y poesía.

viernes, 27 de enero de 2012

El tren de las almas (Rous)

Oigo a lo lejos el tren de las almas,
como bruma de otoño sobre corazón roto;

Miradas perdidas entre la vida y la muerte,
las manos saliendo de la ventana;

Acariciando el halo misterioso de las cosas,
entre campos llenos de espíritus;

Se refleja la noche en la ventana,
el reflejo de lo que nunca volverá.

Se sumerge en la tierra como nubes oscuras,
túneles de tiempo que lo tragan todo;

Fuera el aire frío limpia la superficie metálica
de restos de carne;

Oigo a lo lejos el tren de las almas,
en la estación vacía  por la que nunca pasa;

Oigo a lo lejos el tren de las almas,
como bruma de otoño sobre corazón roto.

viernes, 20 de enero de 2012

Mensajes (Rous)

Forman mensajes las manchas de humedad,
reescribiendo paredes desiertas de vida.

La mirada extraviada pintada en el aire de mosaico helado,
la gota resbala el cristal hasta la luna que huye.

Desordena el viento las palabras del libro abierto,
todo significado en el vacío que dejan las nubes.

A través de los ojos abiertos, heridos de inocencia,
inunda el sueño perdido que jamás despierta.

Enredado en su propia soledad.

 

Foto: Sergio Fanjul Rozada.

sábado, 14 de enero de 2012

Fantasmas (Rous)

Los fantasmas de la memoria recorren los pasillos invisibles,
morirán reencarnados en mí, cuando la luz difusa de las farolas
deje de iluminar los rostros de la noche.

La herida que nunca cerró abre sus labios temblorosos,
no queda sangre que derramar por los muertos que vuelven a sus tumbas.

Oigo pasos que se acercan, pisadas de sangre sobre la arena,
la luna anuncia la llegada del silencio, y sólo quedamos los dos en el mundo,
atesta la cuchillada que rompe el velo del sueño, corre la sangre.



sábado, 7 de enero de 2012

¡Danzad malditos, danzad! (Rous)

Pálidos seres hinchados de esperanza
que los desnuda el aullido de los lobos.

Levantar la vista hacia el sol de paja
que arde en un cielo pintado de azul.

Quiero pintar con tu sangre lienzos de vida y dolor,
colgarlos de las nubes para que los seque el sol.

Canta el coyote aullidos subterráneos,
rebota en bóvedas los ecos de lucha.

Escucha, escucha el ritmo que enciende el temblor
de tus pies y tus manos, danzad malditos danzad.

Danzad malditos, danzad.