Luna de sangre

Sobre campos yermos
rugir de espanto,
luna de sangre.

Nada indica que el mañana
pase entre manos
con los párpados pegados.

Es una brizna el alma
que al soplar se desencaja,
acaba lejos de todo,
de todo lo que es palabra.

Palabra que se hace carne,
palabra que descalabra,
entre arenas dulces,
entre mareas bravas.

Y no me cabe el mar,
y no me cabe el sol,
con los párpados pegados.

Foto: Luis Sergio Fanjul

Puede ser

Es la voz de los pueblos
la que ruge en las calles,
o los perros lamiendo
la mano del amo.

El ruido de la impresora
escupiendo mil datos,
o es el llanto del niño
que ha nacido en la calle

Es la luz de los focos
iluminando estadios
o la luna en el cielo
atrapando deseos.

Es mi mano en tu cuerpo
descubriendo secretos,
o mi puño cerrado
esclavizando tu piel.

Piedra

Te abro la boca
para verte dentro,
vierto un deseo
en tu garganta seca.

Cuando escucho tus pasos de agua
chapoteando en esquinas.
Quimeras soledades de piedra
que reconstruyo sin fin,
reconstruyo sin fin.

Te abro la boca
para verte dentro,
vierto un deseo
en tu garganta seca.

Y rompe entre olas de espanto,
ciudades sumergidas.
Entre acantilado de piedra,
en mazmorras de oro,
en mazmorras de oro.

Y vivir, y vivir,
en la piel y en el profundo aliento.