suspirando amores;
consiguió un sombrero a juego,
pantalones a rallas.
Zapatos y guantes
para andar y tocarte;
abrigos de pieles
para envolverte y verte.
sonríe mi chaleco de ante
a tu vestido rojo;
mi chaqueta de pana
levanta tu falda.
Y el cuero de la máscara
que envuelve mi rostro
obedece al látigo
de tu lengua.
Ponte el camisón
que mis sueños roba,
la ropa interior que viste mi alma.
En la playa hay mas piel para quemar,
más agua para ahogar los sentidos;
y quedarse sólo con lo que la marea
deja en la orilla: Arena, tierra y arcilla.
Quítate el camisón,
la ropa interior.
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